La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos que, implícitamente, incluía los derechos de los niños. Pero luego se decidió que las necesidades particulares de los pequeños debían estar especialmente enunciadas y protegidas. Fue por ello que la Asamblea General de la ONU suscribió en 1959 la Declaración Universal de los Derechos del Niño, explicitando los derechos contemplados para la infancia en la Declaración de Derechos Humanos.
Posteriormente, el 20 de noviembre de 1989, las Naciones Unidas adoptaron una Convención de los Derechos del Niño (un conjunto de normas que habían sido previamente acordadas, y cuyos artículos proponían nuevos aportes a los contenidos en la Declaración de los Derechos del Niño) que fue firmada y ratificada por los países miembros, y a partir de entonces, se instituyó esa fecha para celebrar el Día Mundial de los Derechos del Niño.
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